lunes, 5 de mayo de 2008
Robinho
Aún le debe de doler a aquel defensa del Corinthians el estropicio que le formó robinho en apenas un metro cuadrado. Una, dos, tres... hasta cinco bicicletas, arte que se dice. La nueva perla brasileña destila magica y velocidad en todas sus acciones: la samba, su pasión, les pone el ritmo. Enero de 1984, pleno verano en brazil. A orillas del atlantico, en el municipio paulista.
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